miércoles, 27 de julio de 2011

ELVIS ESTÁ VIVO

Iba hacia el trabajo cuando lo vi caminado por la calle 72, arriba de la 15. Nos cruzamos. Al principio no lo reconocí por el cambio en su aspecto, aunque ya hacía rato tenía su nuevo look. Luego me di cuenta que era el mismísimo Elvis andando por las calles bogotanas. Y estaba vivo. Como en la canción de Calamaro y también el sol empezaba a caer. Pero a diferencia de ésta no se trataba de Presley, el Rey del rock n’ roll, sino de Fernando Sierra[1], cantante de la banda colombiana de música electrónica Estados Alterados.
Desde hace algún tiempo, Elvis se había mudado a Bogotá desde Medellín, de donde es originaria la agrupación. Antes lo había hecho el tecladista Tato (Gabriel Lopera), en la época en que se separaron, cada uno tomando su propio camino en el campo profesional. Para el nuevo milenio, Lopera, Tana Vallejo y Rodrigo Mancera de Morfonia, formaron Supervelcro y sacaron un único álbum en 2004: Luciferina.
Es que en esta ciudad uno puede ver en cualquier supermercado, o una calle sin nombre, o la fila del banco, o la silla de un bar a alguna de esas leyendas del rock que siempre ha admirado. Es uno de los privilegios de un país sin industria del espectáculo y sin estrellato como no sea el de la estúpida farándula criolla de televisión[2].
El baterista Ricky (Ricardo Restrepo), tercero del trío fundamental y quien había reemplazado a Mana (Carlos Uribe) –fallecido en un accidente automovilístico durante los comienzos de la banda–, viajó a Boston. Para el álbum de regreso de Estados Alterados, Ricky participó en la preproducción a distancia.
Yo sabía que Elvis vivía en Bogotá, la dueña de un café para el que diseñó parte de la decoración me lo había dicho y estuve tentado de pedirle que me contactara con él pero mejor me olvide de la idea. Tras su regreso a los escenarios en el festival Rock al Parque de 2005, luego de su último concierto en 1998, Estados Alterados realizaba su nueva producción desde esta ciudad, como otras bandas de Medellín –Kraken, Nadie o Tr3s de Corazón por ejemplo–, que se habían trasladado a la capital colombiana… y pensar que hubo una época en que La Meca del rock nacional era la ciudad de la eterna primavera. Recuerdo cuando La Pestilencia o más exactamente Dilson Díaz se instaló allí para grabar el segundo disco.


Estados Alterados se formó a finales de los 80 y se mantuvo en constante crecimiento hasta mediados los 90 cuando entraron en un largo receso, su ausencia discográfica fue de 15 años. Aunque partieron de influencias esenciales como Depeche Mode, Krafwert, Devo y Gary Numan, el grupo logró un estilo propio y un sonido particular, bien característico en el panorama latinoamericano. Yo diría que si bien hay otros precursores (para mí un indiscutible antecedente del sonido es «Muevan las industrias» de Los Prisioneros de Chile, una canción de 1985 incluida en su álbum de 1986 Pateando piedras, que el mínimo reconocimiento que merecería es un cóver con todas las máquinas), Estados Alterados impuso en estas latitudes un estilo propio al sonido techno.
En su primer álbum: Estados Alterados (Sonolux, 1991) su sonido es oscuro y las letras algo sombrías, con una onda depresiva que se ajustaba no sólo al estilo musical sino al pesimismo y la fatalidad que campeaba en esa época por nuestras tierras. Un ejemplo puede ser «La culpa»: No tienen la culpa, no tienen a nadie, son jóvenes solos… buscando a alguien. No tienen la culpa, no tienen a nadie, son jóvenes solos… sufriendo por alguien. «Sobre ti» habla del temor a no tener amor y comienza diciendo: El viento golpea mi cara… y los árboles dejan caer sus hojas… sobre ti… y tus manos tocan mi cara… y  mis ojos siguen… los tuyos…
En 1989 se publicó de manera independiente el sencillo de «Muévete», luego se conoció otra canción importante: «El velo» y en 1991 apareció el primer LP, bajo el sello Sonolux, que además contenía otros temas memorables como «Hace 100 años» y «Prototipos»[3]. Ese mismo año, Estados Alterados abrió el concierto de Infomation Society en Medellín ante unas diez mil personas. Sus dos temas iniciales no sólo consiguieron figurar en las listas de éxitos de la radio nacional sino que de ellos se realizaron videoclips. Con el video de «El velo», dirigido por el futuro cineasta Simón Brand, por primera vez una banda colombiana rotaba en MTV y otros canales musicales hacia 1992.
Esa mirada un tanto oscura del álbum anterior permanece pero comienza a tener matices en su segunda producción Cuarto acto (Discos Fuentes, 1993). El título de «Seres de la noche» lo dice todo, en todo caso vale la pena considerar la dolorida ilusión de estas líneas: Dame tu mano y vamos hasta el fin… abrázame fuerte y hazme creer que eres para mí. Alfredo de la Fe, el músico de salsa, toca el violín en este tema. Una canción afín es «Me partirás en dos», las desgarradoras palabras que se repiten son: Es la hora de partir… me partirás en dos… no podré pedir clemencia… sin avisarme lo harás. Fruko (Julio Estrada), otro reconocido músico de salsa, toca las congas, aportando como Alfredo de la Fe nuevas tonalidades a la gama musical de Estados Alterados. «Los secretos del dolor» es un tema en el que late una retorcida pasión. 
Hay además temas que parecían ser la equivalencia de otros tantos del primer disco: había algo de «Hace 100 años» en «Sintético mundo»; «Sacúdete ahora», recordaba «Muévete»; o «Infecto», un tema fuerte como lo fuera «Prototipos», que poseía esa guitarra que seguramente tocó Federico López, quien además de ingeniero de sonido en vivo fue guitarrista de sesión en el primer álbum y luego produjo los siguientes discos: Cuarto acto –en cuya mezcla participó el inglés Richard Blair– y Rojo sobre rojo, en tanto que su lugar en la guitarra fue tomado por Camilo Zuleta, quien tocó en Cuarto acto y en el 95 fue incorporado definitivamente al grupo para el disco Rojo sobre rojo.
De ese segundo álbum se realizaron dos videoclips, de «Seres de la noche» y «Nada», este último, que contó de nuevo con la dirección de Simón Brand, contribuyó bastante a la proyección internacional del grupo.  


La metamorfosis continuó y quedó plasmada en su tercer álbum Rojo sobre rojo (Discos Fuentes, 1995). Según los mismos integrantes de la banda, su estado alterado había mutado, tenían nuevos ánimos y eso repercutió tanto en la música como en las letras de canciones: «La fiebre de marzo» habla sobre el instinto de seducción de una chica[4]; en «Te veré» Elvis canta: Dejaré que la lluvia me moje… poco a poco… no me importa y en «Lléname de estrellas»: Me sentaré a ver la lluvia desde mi ventana… y luego agrega: Por nada del mundo cerraré mis ojos… por nada del mundo dejaré de soñar, y en esas palabras hay una actitud contemplativa, menos agitada que la que hubo antes. Una visión menos optimista continúa presente en «Los amos de la información», mientras que el vértice en el que se encuentran las miradas podría ser «Algo más que compasión», cuya música fue compuesta por Fruko. La canción habla de un personaje bordeando la locura y las sombras que le dice: Puedo ser la lluvia que te moja… puedo ser la arena bajo tus pies a ella, quien es la respuesta a mis sueños y a la vez es la pregunta que aún no entiendo, a ella que ha mantenido mi alma ardiendo siempre.
Musicalmente, además de la inclusión del guitarrista Camilo Zuleta, hay percusión, bajo, piano –interpretado por Eugene Uman, jazzista neoyorquino–, guitarras y teclados adicionales, vientos –trompetas y trombón– y coristas: Pilar Solano, Bibiana Ramírez y Elkin Serna.
De ese álbum que tengo en vinilo, mi canción favorita es «Paraíso»: Vamos a ver qué son el bien y el mal… vamos a tirar el mundo a rodar… vamos a probar el fruto prohibido… le dijo Eva a Adán. Es algo que yo, que no sé bailar, alguna vez me atreví a bailar y para colmo delante de un público sobre un escenario. Ya otra cosa es «Muévete», que junto a «Dancing With Myself» de Billy Idol, «Mi sombra en la pared» de Miguel Mateos y alguna de The Cure: «Why Can’t I Be You?», «Let’s Go To Bed» o «The Walk» conforman mis canciones preferidas para bailar solo, pero en privado. A propósito de The Cure en 1999 Estados Alterados participaron con otros artistas latinos en un disco tributo a la banda inglesa que se subtituló Por qué no puedo ser tú, en el que grabaron un cóver de la canción «A Forest. Esa fue quizá su última grabación del siglo.
Unos años antes, en 1996, cuando cesó el contrato con Discos Fuentes, salió el álbum compilatorio Lo esencial: extracto 89-96, que más que un disco de grandes éxitos se convirtió en el anticipado testamento de la agrupación. Para este trabajo se hicieron nuevas versiones de sus primeras canciones, grabadas en 1989: «Muévete» y «El velo». Gracias a eso han permanecido en la memoria colectiva de las nuevas generaciones, a lo que contribuyó la versión del último tema realizada por la banda de death metal gótico Tenebrarum en 2007.
Por suerte las resurrecciones ocurren y cinco años después de la acogida que tuvieron en el Rock al Parque de 2005, Estados Alterados lanzó la canción y el video del remake de «Muévete» y finalmente un nuevo álbum: Romances científicos, producido por el británico Phill Vinall. El título del disco proviene del nombre que recibía la ciencia ficción en el período victoriano, la traducción literal del término sería novela científica pero la apropiación que Estados Alterados es inteligente y precisa, y da cuenta del concepto general del disco como sucede con el nombre de la agrupación y los títulos anteriores, que además eran mencionados en las letras de las canciones: no hay un cuarto acto para cambiar el final se dice en «Infecto» y rojo sobre rojo, se unta labial en «La fiebre de marzo». Para redondear, en el videoclip del tema aparecía al final la imagen de la portada (la caperucita sumergida en pintura roja) que afianzaba el concepto del álbum.


El sonido es fresco y a la vez elaborado, sin perder la identidad propia de la banda. Hay temas rápidos: «Mil demonios», otros lentos: «Cúbreme» o «Invisible» y tempos medios, como precisamente «Mitad» o «Un deseo». Todavía hay espacio para experimentaciones sonoras como «Atomic playboy». En 2011 se ha estrenado el videoclip de «Contenme», dirigido por el cineasta colombiano Jorge Navas.
Permítanme por favor, con las palabras anteriores y unas pocas que faltan, celebrar los 20 años del primer disco de Estados Alterados, publicado en 1991, y los 15 de la recopilación Lo esencial: extracto 89-96.
Sólo puedo agregar que hablar de esta banda sirve de ejemplo para demostrar que con un trabajo serio, resuelto, persistente, corriendo riesgos, dándolo todo cuando sea necesario, innovando en lo posible pero imprimiéndole autenticidad, es decir haciendo las cosas bien y con calidad, puede llegar a obtenerse un lugar en el mundo.
Muchas cosas podrán haber cambiado en una y media o dos décadas pero lo cierto es que Elvis está vivo y siguen los Estados Alterados.     


[1] El apodo de Elvis, al parecer provenía del cantante británico Elvis Costello.
[2] A Mancera lo había visto un par de veces andando con su guitarra y otros trastos encima. Una noche fui a un bar donde la novia que yo tenía estuvo bailando con Álex Frejrud, líder de la banda colombosueca Sexy Death. Un antiguo amigo que se radicó en Barcelona resultó conocido de Amós Piñeros, creador de Catedral y Ultrágeno. A Dilson Díaz cuando salió Productos desaparecidos, un camarada mío lo confrontó en las escaleras que conducían a un bar, por haber cambiado el estilo de la banda… pero eso es parte de otras historias que luego habrá que contar.
[3] Para este tema Santiago Giraldo, Sergio Jaramillo y Tato Lopera realizaron un video como proyecto universitario de la facultad de diseño de la UPB de Medellín en 1992.
[4] Simón Brand dirigió un buen videoclip para esta canción.

domingo, 10 de julio de 2011

DÍAS DE LA SEMANA MUSICALIZADOS

Lunes, día aburrido. Dan pocas ganas de hacer algo. A Brenda Ann Spencer se le ocurrió en 1979 disparar un rifle contra sus profesores y compañeros de colegio, hiriendo a varios niños y asesinando al director y a un guardia. Una vez capturada, cuando le preguntaron por qué lo había hecho, dijo encogiéndose de hombros: No me gustan los lunes. Y esto anima el día… El crimen inspiró a Bob Geldof para componer la famosa canción de su banda, los Boomtown Rats, «I Don’t Like Mondays». La banda New Order también hizo su canción con este día, la popular «Blue Monday», asidua de discotecas y clubs desde comienzos de los 80, que ha tenido multiplicidad de versiones y mezclas, incluyendo varias hechas por la propia banda y la más destacada de otra banda realizada por Orgy. The Mamas & The Papas grabaron «Monday Monday» en los 60 y The Bangles interpretaron «Manic Monday», escrita originalmente por Prince, en los 80.


Para el martes quizá la única canción a tener en cuenta sea «Ruby Tuesday» de los Rolling Stones, que en realidad no se refiere al día en sí, sino a una de las miles de groupies que han pasado por la vida de ellos, a quien llamaron así, porque cómo dice la letra, Quien pudiera colocarte un nombre cuando cambias con cada nuevo día. Al parecer la chica era Linda Keith, enrollada con Keith Richards… La música, que incluye contrabajo, fue obra de Brian Jones. El nombre no sólo dio para la canción –de la que el cóver más reconocido es el que hace Rod Stewart–, sino que bautizó una cadena de restaurantes originaria de Tennessee.


Las canciones del miércoles no están entre los temas populares. Existe «Wednesday» de Jimmy Eat World, de su primer álbum, lanzado en 1994; y de 2004, «Wednesday’s Song» de John Frusciante, tema del cuarto álbum en solitario –¡ha grabado 10!– del guitarrista, reconocido por hacer parte de los Red Hot Chili Peppers. Mientras la primera es presurosa, casi atropellada, la otra es lenta, sosegada, tal vez algo contenida y pretendidamente elaborada.

El jueves tiene un par de canciones: «Thursday» de Morphine y «Thursday’s Child» de David Bowie. La primera incluida en el álbum Cure for Pain (1993) de la atípica banda de Mark Sandman (fallecido el 3 de julio de 1999), en la que tocaba un bajo eléctrico de dos cuerdas, acompañado por saxofón y batería. La historia es sobre una infidelidad con una bella chica por cuyo violento y celoso marido es mejor huir de la ciudad. El tema de David Bowie fue el primer sencillo de Hours… de 1999, él mismo dijo que el título de la canción provenía de la primera de 3 autobiografías de la actriz afroamericana Eartha Kitt, que solía ser uno de sus libros favoritos cuando era adolescente. Kitt fue la primera Gatúbela negra cuando reemplazó a la hermosa y habitual Julie Newmar en «Batman», la serie de televisión de los 60. Hay un par de novelas de autoras con el mismo título. La letra tiene esa melancolía y una oscura esperanza, casi siempre presentes en las composiciones de Bowie. El video del cantante frente al espejo con una intrusa en él es sencillamente perfecto. 

La canción del viernes definitivamente es «Friday I’m In Love» de The Cure, segundo sencillo del álbum Wish de 1992. Fue todo un éxito de radio en su época y produjo una avalancha de nuevos fans de la banda, de quienes Robert Smith dijo no eran auténticos seguidores. La canción podría considerarse una parodia, auto-parodia incluso, al ser un tema festivo realizado por una banda caracterizada por su onda depresiva. También al apegarse a una fórmula propia del pop que hasta entonces, casi siempre, se saltaron, resultaba una especie de burla a este tipo de música y a la vez una irónica sentencia por el inesperado y paradójico éxito de la oscuridad y la depresión del rock alternativo del momento.

Del sábado también tiene canción The Cure: «10:15 Saturday Night». Es el tema inicial del álbum debut Three Imaginary Boys (1979) y fue cara B del sencillo «Killing an Arab». La canción fue escrita por Robert Smith a los 16 años, una noche mientras estaba sentado a la mesa de la cocina, sintiéndose totalmente sombrío, viendo el grifo gotear –drip, drip, drip– y bebiendo la cerveza casera de su padre.

Para el domingo una canción es «Lazing On A Sunday Afternoon» de Queen, del famoso álbum de 1975 A Night at the Opera. Por su duración 1 minuto con 7 segundos quizá sea la canción más corta de la banda británica. El tema, escrito por el fallecido Freddie Mercury, tiene un estilo de música de cabaret. La voz de Mercury –quien toca el piano– se oye distorsionada ya que luego de ser grabada en el estudio se reprodujo a través en un balde de lata, de donde se recogió el sonido, lo que le dio ese hueco tono de megáfono. La otra canción es «Sunday Bloody Sunday» de U2, tema de apertura y tercer sencillo del álbum War de 1983. Alude al llamado Domingo Sangriento ocurrido en 1972, cuando una jornada de protesta en Irlanda del Norte acabó convertida en masacre por un regimiento de paracaidistas del ejército británico que dispararon contra la multitud y 14 personas fueron abatidas. Para evitar confusiones, Bono solía anunciarla diciendo que no era una canción rebelde[1]. La agrupación supo hábilmente revertir la situación y convirtió su canción en un himno antibélico, lo que supuso una respuesta relajada por parte de la crítica y entusiasta por parte del público. En «Sunday Bloody Sunday» hay ira[2], temor e incertidumbre, pero no por un sentimiento nacionalista sino por problemas personales que atravesaba el guitarrista The Edge cuando compuso el esbozo de la canción a la que dio forma definitiva Bono y que a manera de broche de oro incluyó en la grabación a un violinista local que alguna vez se acercó a The Edge y le preguntó si acaso necesitarían aquel instrumento, dándole el necesario color local…

Así pasan los días de la semana, hasta completar meses y años, y el tiempo se desliza como arena de reloj por entre los dedos tiesos como manecillas. Pero siempre es mejor si trascurren con la compañía de la buena música. Por ejemplo «Days of the Week», la canción de Stone Temple Pilots de su álbum Shangri-La Dee Da de 2001. La letra fue escrita por el vocalista Scott Weiland[3] y habla de cómo su adicción a la heroína ha afectado la relación con su esposa. En el video musical los STP aparecen unas veces con trajes de oficinistas y otras veces vestidos como astronautas.

[1] La música rebelde irlandesa es un subgénero de música folk cuyas letras hablan de la lucha por la libertad de Irlanda y de la unidad gaélica en contra de los invasores ingleses y sus desmanes contra la población nativa.
[2] No IRA –Ejército Republicano Irlandés, en inglés Irish Republican Army, en irlandés Óglaigh na hÉireann–, histórica organización armada independentista.
[3] ¿Cómo es que el camaleónico Scott Weiland –cuya versatilidad puede apreciarse tanto en su voz como en su puesta en escena y sobre todo en su desempeño en los videos musicales– no está en la nómina de Hollywood en vez de algunos de esos supuestos actores que siempre están interpretándose a sí mismos?