domingo, 10 de julio de 2011

DÍAS DE LA SEMANA MUSICALIZADOS

Lunes, día aburrido. Dan pocas ganas de hacer algo. A Brenda Ann Spencer se le ocurrió en 1979 disparar un rifle contra sus profesores y compañeros de colegio, hiriendo a varios niños y asesinando al director y a un guardia. Una vez capturada, cuando le preguntaron por qué lo había hecho, dijo encogiéndose de hombros: No me gustan los lunes. Y esto anima el día… El crimen inspiró a Bob Geldof para componer la famosa canción de su banda, los Boomtown Rats, «I Don’t Like Mondays». La banda New Order también hizo su canción con este día, la popular «Blue Monday», asidua de discotecas y clubs desde comienzos de los 80, que ha tenido multiplicidad de versiones y mezclas, incluyendo varias hechas por la propia banda y la más destacada de otra banda realizada por Orgy. The Mamas & The Papas grabaron «Monday Monday» en los 60 y The Bangles interpretaron «Manic Monday», escrita originalmente por Prince, en los 80.


Para el martes quizá la única canción a tener en cuenta sea «Ruby Tuesday» de los Rolling Stones, que en realidad no se refiere al día en sí, sino a una de las miles de groupies que han pasado por la vida de ellos, a quien llamaron así, porque cómo dice la letra, Quien pudiera colocarte un nombre cuando cambias con cada nuevo día. Al parecer la chica era Linda Keith, enrollada con Keith Richards… La música, que incluye contrabajo, fue obra de Brian Jones. El nombre no sólo dio para la canción –de la que el cóver más reconocido es el que hace Rod Stewart–, sino que bautizó una cadena de restaurantes originaria de Tennessee.


Las canciones del miércoles no están entre los temas populares. Existe «Wednesday» de Jimmy Eat World, de su primer álbum, lanzado en 1994; y de 2004, «Wednesday’s Song» de John Frusciante, tema del cuarto álbum en solitario –¡ha grabado 10!– del guitarrista, reconocido por hacer parte de los Red Hot Chili Peppers. Mientras la primera es presurosa, casi atropellada, la otra es lenta, sosegada, tal vez algo contenida y pretendidamente elaborada.

El jueves tiene un par de canciones: «Thursday» de Morphine y «Thursday’s Child» de David Bowie. La primera incluida en el álbum Cure for Pain (1993) de la atípica banda de Mark Sandman (fallecido el 3 de julio de 1999), en la que tocaba un bajo eléctrico de dos cuerdas, acompañado por saxofón y batería. La historia es sobre una infidelidad con una bella chica por cuyo violento y celoso marido es mejor huir de la ciudad. El tema de David Bowie fue el primer sencillo de Hours… de 1999, él mismo dijo que el título de la canción provenía de la primera de 3 autobiografías de la actriz afroamericana Eartha Kitt, que solía ser uno de sus libros favoritos cuando era adolescente. Kitt fue la primera Gatúbela negra cuando reemplazó a la hermosa y habitual Julie Newmar en «Batman», la serie de televisión de los 60. Hay un par de novelas de autoras con el mismo título. La letra tiene esa melancolía y una oscura esperanza, casi siempre presentes en las composiciones de Bowie. El video del cantante frente al espejo con una intrusa en él es sencillamente perfecto. 

La canción del viernes definitivamente es «Friday I’m In Love» de The Cure, segundo sencillo del álbum Wish de 1992. Fue todo un éxito de radio en su época y produjo una avalancha de nuevos fans de la banda, de quienes Robert Smith dijo no eran auténticos seguidores. La canción podría considerarse una parodia, auto-parodia incluso, al ser un tema festivo realizado por una banda caracterizada por su onda depresiva. También al apegarse a una fórmula propia del pop que hasta entonces, casi siempre, se saltaron, resultaba una especie de burla a este tipo de música y a la vez una irónica sentencia por el inesperado y paradójico éxito de la oscuridad y la depresión del rock alternativo del momento.

Del sábado también tiene canción The Cure: «10:15 Saturday Night». Es el tema inicial del álbum debut Three Imaginary Boys (1979) y fue cara B del sencillo «Killing an Arab». La canción fue escrita por Robert Smith a los 16 años, una noche mientras estaba sentado a la mesa de la cocina, sintiéndose totalmente sombrío, viendo el grifo gotear –drip, drip, drip– y bebiendo la cerveza casera de su padre.

Para el domingo una canción es «Lazing On A Sunday Afternoon» de Queen, del famoso álbum de 1975 A Night at the Opera. Por su duración 1 minuto con 7 segundos quizá sea la canción más corta de la banda británica. El tema, escrito por el fallecido Freddie Mercury, tiene un estilo de música de cabaret. La voz de Mercury –quien toca el piano– se oye distorsionada ya que luego de ser grabada en el estudio se reprodujo a través en un balde de lata, de donde se recogió el sonido, lo que le dio ese hueco tono de megáfono. La otra canción es «Sunday Bloody Sunday» de U2, tema de apertura y tercer sencillo del álbum War de 1983. Alude al llamado Domingo Sangriento ocurrido en 1972, cuando una jornada de protesta en Irlanda del Norte acabó convertida en masacre por un regimiento de paracaidistas del ejército británico que dispararon contra la multitud y 14 personas fueron abatidas. Para evitar confusiones, Bono solía anunciarla diciendo que no era una canción rebelde[1]. La agrupación supo hábilmente revertir la situación y convirtió su canción en un himno antibélico, lo que supuso una respuesta relajada por parte de la crítica y entusiasta por parte del público. En «Sunday Bloody Sunday» hay ira[2], temor e incertidumbre, pero no por un sentimiento nacionalista sino por problemas personales que atravesaba el guitarrista The Edge cuando compuso el esbozo de la canción a la que dio forma definitiva Bono y que a manera de broche de oro incluyó en la grabación a un violinista local que alguna vez se acercó a The Edge y le preguntó si acaso necesitarían aquel instrumento, dándole el necesario color local…

Así pasan los días de la semana, hasta completar meses y años, y el tiempo se desliza como arena de reloj por entre los dedos tiesos como manecillas. Pero siempre es mejor si trascurren con la compañía de la buena música. Por ejemplo «Days of the Week», la canción de Stone Temple Pilots de su álbum Shangri-La Dee Da de 2001. La letra fue escrita por el vocalista Scott Weiland[3] y habla de cómo su adicción a la heroína ha afectado la relación con su esposa. En el video musical los STP aparecen unas veces con trajes de oficinistas y otras veces vestidos como astronautas.

[1] La música rebelde irlandesa es un subgénero de música folk cuyas letras hablan de la lucha por la libertad de Irlanda y de la unidad gaélica en contra de los invasores ingleses y sus desmanes contra la población nativa.
[2] No IRA –Ejército Republicano Irlandés, en inglés Irish Republican Army, en irlandés Óglaigh na hÉireann–, histórica organización armada independentista.
[3] ¿Cómo es que el camaleónico Scott Weiland –cuya versatilidad puede apreciarse tanto en su voz como en su puesta en escena y sobre todo en su desempeño en los videos musicales– no está en la nómina de Hollywood en vez de algunos de esos supuestos actores que siempre están interpretándose a sí mismos?

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