martes, 17 de enero de 2012

Discos de 1991

En 1991 fueron publicados dos discos de un par de leyendas vivientes: el llamado príncipe de las tinieblas, así se titularía su box set de 2005: Prince of Darkness, igual que la película de terror de John Carpenter de 1987 en la que interpretó a un psicópata callejero –así fue acreditado–, el otro cantante a quien me refiero, el padre –abuelo ya– del shock rock o rock siniestro, como le dicen en español. Hablo de Ozzy Osbourne y Alice Cooper, por entonces cuarentones –ambos nacieron en 1948–, quienes comenzaban una nueva década con sendas producciones.
Hey Stoopid de Alice Cooper es un álbum precedido de Trash (1989), a través del cual se dio a conocer ante una nueva generación de seguidores que desconocíamos su obra anterior, cuando a finales de los 60 era una banda y no el solista vestido de cuero, con nombre de mujer y el maquillaje de los ojos corrido, que había empezado a figurar así desde la segunda mitad de los 80. El disco contaba con un buen número de invitados como los más importantes guitarristas de la época: Joe Satriani –en 5 canciones–, Steve Vai, Vinnie Moore –en 2 temas–, Slash y Mick Mars, quien hacía una buena interpretación en la balada «Die for You» –que tenía un aire del Alice Cooper de antaño–; su compañero de la banda Mötley Crüe, el bajista Nikki Sixx, tocaba en «Feed My Frankenstein», que se incluiría en la banda sonora de la película de 1992 Wayne’s World, y el mismísimo Ozzy Osbourne hacía coros en la canción titular del álbum: «Hey Stoopid», que se recordara por su videoclip de la montaña rusa surrealista y habla de no tomar decisiones precipitadamente como suelen hacer los adolescentes… Allí estaban los sermones del hijo de un predicador que habría de convertirse en cristiano luego de decir por décadas que su nombre se debía a una bruja que lo había poseído.
Hay un buen balance entre canciones propias del hard rock como «Snakebite», «Hurricane Years»,«Little by Little» o «Dirty Dreams» y power ballads como «Love’s a Loaded Gun» –con su videoclip de ambiente de novela negra–, «Burning Our Bed», «Dangerous Tonight», «Might As Well Be On Mars» y «Wind-Up Toy», en que se retoma al personaje Steven después de más de 15 años, cuando apareciera en el álbum de 1975 Welcome to My Nightmare, la canción termina con la voz de una niña llamando tenue pero espeluznante: Steven
No More Tears, el álbum de Ozzy Osbourne, también tiene una canción homónima, que aparte de ser muy buena composición tuvo el plus de un gran videoclip en el que una chica estaba a punto de ahogarse en sus propias lágrimas como Alicia en el País de las Maravillas.
Fue la segunda aparición discográfica y la consagración del guitarrista Zakk Wylde. El baterista Randy Castillo –fallecido en 2002– y el bajista Bob Daisley –aunque en los videos figurara Mike Inez, ex-Alice In Chains– completan la alineación, apoyados por John Sinclair en los teclados.
El disco comienza con«Mr. Tinkertrain, canción sobre un pedófilo. «I Don’t Want to Change the World»y «Desire» tienen mucho del Ozzy anterior, mientras «S.I.N.», «Zombie Stomp»–con intro de percusiones alusivas al asunto de la letra–, «A.V.H.» –con intro acústico sureño– presentan el sonido que vendría de ahí en adelante. «Mama, I’m Coming Home», «Time After Time» y «Road to Nowhere» son ponderosas baladas que valen oro. El videoclip de la primera fue dirigido por Samuel Bayer, el mismo que hizo el de «Smells Like Teen Spirit» y algo de la atmósfera de uno se trasunta en el otro. Lemmy Kilmister de Motörhead co-escribió 4 canciones, la más importante «Hellraiser», que habría de grabar con su banda al año siguiente.

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